viernes, enero 30, 2009

Alivio.

Quizá por ese relax del que hablaba ayer, mi primera nota del curso ha variado un poco en mi predicción, de 7,5 a 6,5. Un punto de diferencia, con alta significación para mí. Como sea, me daré por satisfecho. Ya he contado las vicisitudes por las que pasé a la hora de considerar este examen, y por ahora mi meta respecto a esta carrera se sigue cumpliendo: sacarla a curso por año sí o sí, y a ser posible en primera convocatoria. No puedo considerarlo una decepción ni pondré excusas, aunque pudiera. No merece la pena, ahora hay que centrarse en el de Latín del lunes y el de Literatura a la vuelta de mi viaje.
Suerte de viaje... Este mes ya concluye, por fortuna, que se me estaba haciendo larguillo. Lo acabo con ganas de un poco de movimiento, de ciertas distracciones que no perjudiquen estos estudios sino que me dejen más renovado de cara a los mismos. Al menos el segundo cuatrimestre tiene un buen acicate, el que al fin tendré asignaturas a la carta. Así que demos la despedida a este mes que no ha dado más de sí porque no ha podido darlo... Y celebremos que, por el momento, el próximo verano sigue estando libre de molestas cuestiones tanto médicas como académicas.

jueves, enero 29, 2009

El primero de Segundo.

Con una buena planificación, incluso en los días más cargados se puede encontrar tiempo para el relajamiento. En la víspera del examen al que aludo en el título, no dudé en organizar un programa doble de comedia. En primer lugar, el Hércules de Walt Disney, una visión demasiado bufa del mito que, pese a no estar entre las grandes obras de la casa en la década de los 90, merece ser tenida en cuenta. Y luego Zoolander, a instancias de muchos colegas cuyas referencias a la misma antes no podía comprender. Ahora ya pillo mejor lo de las fotos de Nochevieja... Aunque mi entusiasmo no es que sea total hacia ella, creo que prefiero Tropic Thunder. La peli es una sátira del mundo de la moda con bastante mala leche pero algunas coñas bastante chorras, a mi parecer, y una catarata de cameos sin descanso que le otorga un cierto aire a lo Torrente. Ensayaremos esas miradas cuando vaya a Madrid...
Del examen quedé satisfecho, podré dar más noticias mañana en principio. Al volver estaba exhausto y me consolé con la Fotogramas. No debe entenderse lo de consolar en mal sentido pese a que en la portada, una vez más, viniera una mujer desnuda. ¡Será la crisis! El caso es que en apariencia comienza a parecerse a esas revistas supuestamente masculinas que van más destinadas a la bragueta que a la lectura. La susodicha es Eva Mendes, cuyas virtudes interpretativas desconozco pero las otras quedan bien al aire. Al menos su mente razona con lógica. Dice: Si no me desnudo ahora que tengo buen cuerpo, ¿cuándo lo haré? Cierto, suerte tendrá si dentro de diez años no la han olvidado, con lo destructora que es la maquinaria de Hollywood.
En fin. Continúo mi tranquila espera y aguardo al lunes para ver si me ventilo la segunda cuatrimestral del año.

lunes, enero 26, 2009

Feliz Año Nuevo Chino.


La diferencia genera odio.


Sthendal


Esta es la sentencia que viene en el taco de calendario de hoy, y la suscribo. Además, gracias a este me he enterado de que hoy comienza el Año Nuevo Chino. Es el Año del Buey. No se qué significará, de hecho ni siquiera se qué significa el mío, soy Gallo. Quizá, dado que el buey es un animal castrado, sugiera que vamos a dejarnos los huevos este año con la crisis. Quién sabe...

La cultura china, y la oriental de modo genérico, ha ido cobrando creciente importancia para mí en los últimos años. Tomemos si acaso tres ejemplos.

Me empezó a gustar el té en un restaurante chino de Ponferrada, escenario que luego trasladé a un episodio clave de El diez por ciento. Desde entonces, y pese a las acusaciones de que cocinan desde ratas hasta sus ancestros, han sido innumerables las cenas en Madrid y también alguna en León; a este último respecto recuerdo una en especial, en la que traté de aprender a comer con palillos. Me dejó un recuerdo agridulce, como la salsa del cerdo... Y, cómo no, mi último cónclave con Oli fue en un establecimiento de estas características; quizá el próximo sea similar, tal vez luego de una visita a la Cuesta Moyano.

Los bazares chinos, o chinos a secas, me han acompañado a lo largo de múltiples Nochebuenas. ¿De dónde si no saldrían todos esos absurdos regalos del Concursito? Incluso el pasado año, con lo enfermo que estaba, ejercí de Papá Noel y los cerditos cachondos de Paconcio han ido a reunirse con el resto del grupo porcino que decora mi habitación. A diferencia de Madrid, a León no llegaron los chinos que venden comida (y bebida) Una pena. Tanto antes como después de ese fascistoide decreto de Gallardón por el que no se puede vender alcohol a partir de las diez de la noche, ¡cuántas veces nos han sacado de apuros con sus bolsas de cubitos de hielo y litronas de contrabando! Capítulo aparte merecerían los chinos ambulantes, esos que a altas horas de la madrugada por Chueca te vienen a ofrecer sus cervezas Kronenburguer y el arroz con tomate frito del Día. ¡Todo un mito! Me pregunto si en Facebook habrá un grupo para hacerse fan...

Por último, no puedo olvidarme de mi visita al Chinatown de San Francisco, la mayor comunidad china fuera de la propia China. Allí, con sus galletitas de la suerte con crípticos mensajes y una pulsera con moneda también de la suerte que he llevado a todos los exámenes. Solo me ha fallado (y por poco) en uno, pero para el de este miércoles poco poder tendrá si no me aplico. Por ello, iré acabando.

No si antes, aunque se salga del tema, recomendaros una nueva aportación a la comunidad bloguera. ¡Y vaya aportación! Mi blog se llama Los Abrasadores, y este que os indico lo escribe el otro primito abrasador, Juancho:




Os advierto de que está en inglés, como el de Hall en sus inicios, pero eso no será problema para muchos de vosotros. ¡Bienvenido, abrasador, y que el gobernador de Libia acompañe tu espacio!

domingo, enero 25, 2009

Bienvenidos al Norte.


Ayer no me atrevo a decir que fuera un día perdido, pero sí frustrante en lo que toca al plan que había previsto. Tampoco es gran sorpresa. Sábados y domingos son días bastante difíciles aquí en cuanto al estudio se refiere. Y ni siquiera estudio era lo que acometí ayer, sino repaso, en teoría bastante más sencillo; pero un ataque primero de pereza y luego de desidia mandó a la mierda mis expectativas. Lo peor no eso, sino que pudiera haberme puesto entonces a otras actividades productivas, como mi colaboración con Hopewell o el poema que quería colgar hoy. Todo fue inútil. De los restos del naufragio puedo salvar algo de lectura, de escritura, una exitosa partida de Héroes y una película que vi para recuperarme de tanto desatino.

Se llama Bienvenidos al Norte y es la película francesa más taquillera hasta el momento. Tiene su lógica. A fin de cuentas, es una comedia amable, casi familiar, con sus momentos de sentimentalismo y que canta a valores universales. Tan universales que, cómo no, Hollywood ya prepara un remake. Quizá aquí en León pudiera hacerse también, a fin de cuentas somos del norte, ¿no? Eso sí, a diferencia del dialecto ch´timi de la película, variante diatópica (esto al menos sí me lo he aprendido) sobre la que se basan muchos chistes del filme, aquí se habla un español bastante puro, no en vano la Universidad de Whasington ha escogido este terruño para montar un centro de enseñanza. Yo la versión hispana la vería más bien situada en el País Vasco, con un humor del estilo de ¡Vaya semanita!, con leñadores, batasunos y nekanes pululando a sus anchas ante el desconcierto de un funcionario de Madrid votante de derechas. O, mejor aún, Bienvenidos al Sur; sin ánimo de ofender a nadie, ni siquiera a la ministra de Fomento. Conste que yo estuve en Granada unos días y se me hicieron muy gratos, deseando volver este año por fin; en cambio, mi también fugaz visita a Puerto de Santa María, en Cádiz, la pasé como si viviera entre extraterrestres. El sentimiento era mutuo; a mí llegaron a tildarme de japonés.

Aunque para marciana, la teoría de nuestro profesor de Latín del curso pasado sobre por qué, supuestamente, hay tantos homosexuales en Cádiz. Sostiene que, hace varios siglos, los vagos y maleantes de entonces eran llevados allí para embarcar hacia América. Pero no todos se fueron, y los que quedaron he de suponer que hayan transmitido sus genes gays de generación en generación hasta ahora. (Maurilio- Mi amigo Carlitos le pone el brazo a mi mujer por la cintura, pero yo no me encelo. ¡Es una mujer cogiendo a otra mujer!) Yo no se qué es más increíble, si la transmisión genética de la homosexualidad o que esta sea una enfermedad y se pueda curar... Lo cierto es que este año ha habido cierta polémica por unas letras de las chirigotas gaditanas que han sido acusadas de homófobas. Yo no las he escuchado, de todos modos en Carnaval es bueno reírse de uno mismo; y los gays saben hacerlo muy bien.

De canciones y homosexualidad tengo un tema pendiente que sacaré otro día si tengo ganas; tiempo imagino que tendré, habida cuenta del relax con el que me estoy tomando este examen. De perdidos al río, a ver si esta tarde me voy a tomar algo fuera de este zulo, aunque los pocos resistentes que quedan en León se hallen en la misma situación que yo...

viernes, enero 23, 2009

Camino... ¿a la santidad?


Hace unos años fui a ver La gran aventura de Mortadelo y Filemón, y me quedé sencillamente estupefacto al comprobar que, no solo no reflejaba las historietas que había mamado desde la infancia, sino que la mayor parte de su metraje resultaba incomprensible: muchos actores parecían estar masticando a la vez que hablaban, o tal vez con algún problema de afasia. No se de qué sirvieron esas clases de vocalización que afirmaron haber dado a Benito Pocino... Por suerte, el siguiente filme de Javier Fesser es más visible, y audible.

El director puso cuidado en señalar que esta película no va en contra de nadie, ni siquiera del Opus Dei. Está inspirada, no es una biografía al uso, en la vida de Alexia Barro, una niña cuya familia pertenecía a la Obra y que murió de un doloroso cáncer que afectaba a la columna vertebral o algo así creí entender. Ahora mismo se encuentra en proceso de beatificación, y a su memoria va dedicada la película. No, no se trata de una crítica grotesca al estilo de El código Da Vinci. No es necesario, a mi juicio. La organización ya se descalifica por sí misma, a menos que seas uno de ellos, y hace falta echarle imaginación para encontrar bondades en ella. En otros países es una secta; aquí no, supongo que porque su fundador es paisano, San José María Escrivá de Balaguer. Y tiene mucha fuerza; no se olvide que, cuando fue canonizado, viajaron al Vaticano varios ministros de Aznar, algunos con mantilla. Estampa tan grotesca que por sí sola merecía el voto socialista.

Es curioso que, en los próximos premios Goya, haya tres actores candidatos por papeles de religiosos desagradables. Quienes desde hace años pensaban en la teoría de los titiriteros pedigüeños y demás, podrán sostenerla con más fuerza. Yo no creo que el cine español esté tan politizado, es solo que a la hora de repartir premios parece que escojan siempre temas así. Porque yo he visto buenas muestras de cine de género: Los cronocrímenes, Tres días, El rey de la montaña, Los crímenes de Oxford (esta sí en la terna)... Así están las cosas. No obstante, yo prefiero que gane Camino antes que Los girasoles. En ambos filmes sabes desde el principio cómo van a acabar las cosas, pero al menos el primero es mucho más estimulante y arriesgado. Y eso se agradece.

La película se sostiene, sobre todo, merced a un cuarteto de actores en estado de gracia, los que interpretan a la familia principal. Nerea Camacho ha sido todo un descubrimiento como Camino. Goya al canto se avista. Hace de niña religiosa pero no monjil, a quien le gusta bailar Shakira, sueña con que le compren un vestido descocado y con entrar en un grupo de teatro para conocer al niño de sus ojos. Es un personaje tan adorable que es difícil no enamorarse de él, en el buen sentido de la palabra, y sufrir lo indecible hasta el final. Su madre, como aparece en uno de los momentos oníricos del filme, es tal que una madrastra de cuento, dura pero de fondo tierno; vive en una esquizofrenia continua, entre el deber hacia su hija y el deber hacia Dios. Carmen Elías lo borda, será de justicia que también alcance el cabezón. El padre, uno de los pocos personajes adultos positivos, se esfuerza por llevar los pantalones como una especie de San José que ni pincha ni corta pero consuela a su hija frente a tanta opresión. También está genial Mariano Venancio, quien hizo del Súper de la TIA y ahora está en un papel diametralmente opuesto. Por último, Manuela Vellés interpreta a la hermana mayor. Ella debutó en el batacazo de Caótica Ana, donde era una hippie con rastas y destetada; aquí hace de ex-hippie metida a numeraria del Opus, algo así como si fuera una monja pero sin convento.

A Fesser le gusta el surrealismo, ya desde los tiempos de sus cortometrajes, y jalona la cinta un buen número de momentos así que permiten escapar a Camino de su dura realidad. Algunos funcionan, otros no. Hay referencias a Walt Disney, que yo siempre agradezco; pero, a medida que va llegando el final, pueden llegar a restar dramatismo. Es otro problema, una duración algo estirada, y cerca del desenlace tanta desgracia junta puede saturar un poco. Os seré franco: ayer, tras el estudio, tenía pensado ponerme esta peli como fondo, si acaso verla a ratos. Sin embargo, la historia me enganchó y mi atención casi no se distrajo. Llegué a sentirme identificado con el dolor de una familia enredada en una telaraña de la que no puede o no quiere salir.

Así que Alexia, dondequiera que estés, espero que no saquen réditos de tu tragedia y te dejen descansar en paz. Claro que, lo que para unos es dolor, para otros es santidad...


PD- Hopewell, pese a estas sesiones de cine con las que pretendo distraer un poco el chape, conste que no me he olvidado de nuestra propia creación. Confío en que este fin de semana te mande lo que prometí. ¡Feliz fin de serie!

jueves, enero 22, 2009

Se acabó el recreo.

La canalla rufianesca que se encarga de Corazón de Invierno mutiló la retransmisión, en directo, de las nominaciones a los Oscar de este año.Para colmo, lo hicieron para dar paso a ese ente llamado Sara Montiel, quien hace varios años luz tuvo algo de éxito allá por Hollywood. Gracias a Hitch ya dispongo de toda la lista, no por ello mi rencor se ha atenuado. Aunque os dije que los Carnavales iban a permitirme ver la gala sin temor al sueño, quizá no pueda hacerlo por una buena causa: pasar la fiesta de don Carnal de un modo más divertido y, por qué no, carnal.
Sin embargo, no voy a hablaros de los Oscar. Estoy defraudado, aunque en temas universitarios ya es llover sobre mojado. La Universidad es una institución en la que se mueven fuerzas de todo tipo, muchas de ellas ajenas a lo que debería ser su principal función: difundir el conocimiento. Como botón de muestra hemos tenido la concesión del Doctor Honoris Causa a Aznar en la Universidad CEU de Valencia. Pues no, no creo ni que Aznar ni el Rey ni Carrillo, por citar algunos, merezcan tales honores. Debería caérseles la cara de vergüenza si no fuera porque vergüenza es lo que les debe faltar a la mayoría de responsables, profesores y alumnos de dicho centro.
Hace tiempo que perdí casi todo el idealismo. Me manifesté contra el Plan Bolonia, aún sabiendo que no serviría para nada. Si se lucha con el diálogo, ellos harán oídos sordos. Si se lucha con la fuerza, ellos nos devolverán el doble. A fin de cuentas, no se olvide que vivimos en un régimen casi bipartidista, no tanto como Estados Unidos pero hacia ello nos encaminamos (mea culpa he de expresar aquí acerca de mi voto, que también ayuda) Y si los dos principales partidos, que engloban el ochenta por ciento de los votantes, están ambos a favor de Bolonia, ¿qué se puede hacer? Pues esperar que, de lo malo malo, me dejen terminar una carrera que he comenzado tres veces. De lo contrario perderé las pocas esperanzas que tenía en este sistema educativo.
Quieren que vayamos de la mano de Europa, que haya movilidad. ¿Para qué? Yo no pienso moverme de aquí. ¿Ir a estudiar Filología Hispánica a otro país que no sea España? Otra cosa es si luego me dan opción de ir a dar clase en el extranjero, esa sí es una salida más que posible. De hecho, ni siquiera existirá ya la Filología: se llamará Grado en Lengua y Literatura Españolas. Uy, qué nombre más fino, como fina es la ministra del ramo, Ministra de Ciencia y Tecnología, quien debiera ser llamada Ministra Florero porque, como el de las miembras, su ministerio no vale para nada excepto para elevar la cuota de féminas en el gabinete. Ya me diréis qué le va a importar a la señora ministra los cuatro gatos de letras que están chupando de las arcas del estado ahora que estamos de crisis. Puestos a imitar a Europa, no veo yo por qué debamos hacerlo en lo malo: no quiero ponerme a cenar a las siete de la tarde, ni que los bares dejen de servir alcohol a las once. Por contra, podríamos ser un estado laico, como Francia, o legalizar la marihuana como Holanda (y lo digo yo, que jamás me he hecho un porro)
Así pues, se acabó el recreo. España ya no será un país de vagos y maleantes, y el concepto de vida de estudiante se verá un tanto modificado. De 30 semanas lectivas pasaremos a 37. Se comenzará el curso a primeros de septiembre y, por tanto, los exámenes de recuperación se harán en ¡julio! No se si dejarán bermudas y chanclas...
No se en el resto de Europa, pero en esta pequeña y fría ciudad por esa época suele hacer bastante calor, aunque yo después de haberme torrado vivo en el examen de Lingüística ya estoy entrenado. Así que, si fuera con el nuevo horario, este examen de Semántica con el que espero proseguir hoy nos lo habrían puesto antes de Navidad, o quizá justo después. ¡Vaya! Me veo llevando los apuntes a las comidas familiares. Y digo yo... ¿Dar más semanas de clase significa darlo mejor? No creo. Todo depende de cómo se aproveche el tiempo. Al igual que en Latín el programa era demasiado amplio para un cuatrimestre, en otras materias se ha dedicado menos tiempo a explicar antes que a la charla sobre temas varios muy interesantes pero de ámbito más bien extraescolar.
El otro día, un gran amigo y seguidor de este blog dijo una frase con la que me identifiqué, expresó su deseo de luchar para conseguir un trabajo en el que solo tuviera un jefe: él mismo. Otros dos colegas terminan esta semana su empleo o han tenido problemas con el mismo, si bien por suerte los suyos se relacionan con lo que han estudiado. En fin. Opino lo mismo que en Ponferrada. Que se enreden en todos los rollos burocráticos y políticos que quieran. A mi no me quitarán el título, tenga el sellito que tenga, lo vivido y lo aprendido.

martes, enero 20, 2009

La próxima lucha.

No he podido ver (en directo, que no en diferido) la jura del cargo de Obama, ya que estaba en mi penúltima clase de Semántica. A mi regreso, he recibido un correo bastante esperanzador, como lo es en general la figura del nuevo presidente; trae un enlace a la página web de la Casa Blanca, con la agenda del nuevo gabinete. En el apartado de Derechos Civiles, tenemos una extensa entradilla dedicada a Support for the LGTB Community. He echado un vistazo por encima y, como punto de partida, promete:

http://www.whitehouse.gov/agenda/civil_rights/

Claro que, ya lo decía ayer, la lucha de este tipo en los Estados Unidos es de larga proyección, merced a las peculiaridades que ese extenso país posee. Desde dentro no puedo juzgarlo, ya que estuve pocos días y en zonas de mentalidad bastante europea, pero el caso es que allí la sociedad está marcada por el sentimiento religioso, al menos de manera general. Y el presidente, si quiere llegar a serlo, tiene que participar de ese sentir; vamos, que ya sean de un partido o el otro son creyentes; no agnósticos, no digamos ya ateos. Dios está por todas partes: en los discursos, los actos oficiales, no en vano lo primero que hizo Obama en este día inaugural fue ir a misa. Aquí en España, quien guarda las apariencias de la religiosidad es más bien la Monarquía, donde habrá quienes crean y otros que hagan como si tal... No sorprende, por ello, que ambos candidatos se opusieran al matrimonio gay, con matices. Como sucedió en el PP (ahora quizá muchos de estos neopeperos acepten el término de matrimonio), hablan de uniones civiles, lo cual parece no ofender tanto.
Sin embargo, en ciertos estados de la unión sí que existe el matrimonio como término aunque no haya mater en sí. Era el caso de California, hasta el paso atrás del que os he hablado. Si he leído bien, aunque no en profundidad, la página, parece que Obama quiere reparar ese dislate y sacar a las más de mil cien parejas legalmente unidas de esa tierra de nadie en que se hallan. Ojalá. Quién mejor que él, quizá el culmen de la lucha racial en los Estados Unidos, para comprender lo que sienten otros grupos en su búsqueda de la igualdad. Seguirá la batalla, término cruento pero no desatinado a juzgar por el número de Crímenes de Odio citados en dicha agenda. Que no hayan sido en vano...

lunes, enero 19, 2009

El último día de Bush.

Cuando Bush Jr. se convirtió en presidente, de manera harto sospechosa, allá por el año 2000, yo acababa de iniciar la carrera de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid; ironías de la vida, ahora mismo me encuentro en Segundo de dicha carrera en León, aunque es de justicia reconocer que mucho más agusto en general. Durante ese lapso de ocho años, he completado otra titulación de tres cursos en Ponferrada, y tres más anduve por Madrid a la búsqueda de oportunidades, pasando de manera más o menos fugaz por cuatro empleos. Last but not least, no olvidemos la visita que hice cerca de la casa de Mr. Bush en uno de los recuerdos más felices de este período.
Desde luego que he cometido errores, pero al menos yo los se reconocer, cosa que cuesta al pronto ya ex-presidente. (Bueno, con lo de las famosas armas de destrucción masiva tuvo que hacerlo, ya era de risa) Desde entonces, el mundo ha cambiado; nuestro país ha cambiado; yo, doy fe, he cambiado, pero W. parece seguir siendo el mismo, tanto en el físico como en su, a mi juicio, execrable mentalidad. A mi regreso de Whasington D.C., compré en el aeropuerto varios souvenirs, entre ellos una chapita que rezaba lo siguiente: 20.1.09. Bush last day. Vaya. Creo que aquí en España ni con Aznar llegamos a tanto. Mañana es un día histórico, pese a quien pese. Me ha sorprendido ver tantísima gente delante del monumento a Lincoln; recuerdo que, cuando pasé por allí, con un calor horroroso, apenas estábamos varios grupos de niños en excursión, algún pato nadando y yo. (Paconcio, ¿estabas por allí? Je, je)
El tiempo es algo más preciado para mí esta semana (os habréis dado cuenta de que por ahora ni me molesto en colgar imágenes) No obstante, mañana espero seguir con este tema, que tiene miga para bloguear a saco. Obama no es el primer candidato negro a presidente , pero sí el primer presidente negro en sí; puede observarse que la gran lucha racial que han sostenido y aún sostienen allí no ha sido en balde. A todo ello no es ajeno Martin Luther King, de quien hoy se celebra la fiesta precisamente en USA. Me apunto a la tesis de un reciente artículo en El País; creo que la próxima lucha importante será la sexual. En España les llevamos ventaja en ello, a pesar de los 40 años de santos cruzados y demás telarañas. Eso es un tema demasiado extenso, confío en apuntar mañana algunas líneas más y ahora me marcho a rendir tributo a nuestro profe de Latín Vulgar. Acabamos esta semana con él (acabar en el buen sentido; estoy estudiando la polisemia y me trae loco) y, fuera de coñas, siento gran pesar de que no vaya a impartirnos clase el resto del curso. Este sí que es un Maestro, en mayúsculas.
Quizá a Bush le hubiera venido bien saber un poco de Latín. El Nerón del s.XXI le llamaron en una no autorizada biografía. Así que adiós, César, que la Historia te juzgue si no lo está haciendo ya.

viernes, enero 16, 2009

La ciencia del semen.

La semántica, de hecho, no es la ciencia del semen, sino del sema, el significado; eso sí, estoy seguro de que si me diera por poner palabras de connotación obscena como culo, tetas, o esa en el título de las entradas, seguro que mi éxito aumentaría. Poco me importa, ya dije que no estaba por venderme a públicos masivos.
La cuestión es que ayer comencé a estudiar el examen de Semántica, sito en el miércoles 28 de aqueste mes. Un poco a las bravas, ¿eh? Obvio, mediando ese período de distracción masiva que es la Navidad. Pero estoy dispuesto a luchar para no tener que ir al trámite de septiembre, mucho menos ahora que tengo la intención de escribir una novela sobre cuyo provisional título ya os informaré. Como un heraldo del Fatum, un compañero del curso superior me dio, quizá de modo inconsciente para él, el empujoncito que necesitaba. Y como todo burro necesita su zanahoria, hortaliza que yo consumo a diario, la mía se encuentra en el mes de febrero, durante el cual quizá haga tres viajes, dos nacionales y uno a tierras nórdicas. ¿Quién sabe? Los dos primeros están casi asegurados. Así que arrastémonos un poco por este lodazal, antes de ponernos principescas galas...

jueves, enero 15, 2009

Welcome back, Cojonazos.

Es raro que yo vea la tele. Más raro aún el que vea anuncios de la tele. Y rarísimo que observe dos anuncios seguidos de empresas en las que he trabajado. Hoy sucedió, y solo tengo la duda sobre, de los dos grupos de guionistas (¿o creativos?) que los diseñaron, cuál es más imbécil o nos trata más de imbéciles. Desde luego que el de Telepizza es una mierda, no se puede esperar otra cosa; respecto a un gran emporio como el Corte Inglés, creo que la chica que lo anuncia es el modelo que suele gustar a los mandamases de allí: rubia, con falda y de escasas luces (que nadie se de por aludido, por favor)
Ah, la publicidad, de la que hablaba el otro día... Me parece una chorrada también tanto la campaña de los autobuses ateos como la de los cristianos. Probablemente Dios no existe, así que relájate y disfruta de la vida. ¿Y hay que pagar dinero para eso? También un cristiano podría replicar que a él precisamente lo que le hace relajarse y disfrutar de la vida es creer en Dios. Sospecho que esta extravagancia no va a crear adeptos ni en un bando ni en el otro. Yo no creo ni en el proselitismo ateo ni en el cristiano. Si alguien quiere descubrir la fe, o bien perderla, que lo haga por sí mismo (al menos yo soy ejemplo en ello)
A mí no me relaja el no creer en Dios; me relajaría si no tuviera exámenes de febrero, je, je. Al final voy a presentarme a uno a contrarreloj, por tanto mis entradas de blog este mes serán breves, aunque ello no tenga que restarlas calidad. Hoy el Cojonazos, el gigante de la plaza Santo Domingo, resucita en bronce; así que, si este fin de semana quedamos (por poco tiempo, eso sí), ya no será ante su ataúd, sino frente a sus pétreos cojones cincelados para la eternidad, a menos que otra furgoneta los reduzca a gravilla. A esta estatua, tan especial para mí que hasta en la saga abrasadora realizaría un cameo, le doy la bienvenida de nuevo, y espero que los conductores borrachos a partir de ahora jueguen a kamikazes con la Familia Cubo de Burgo Nuevo. ¡Qué gran favor nos harían a muchos leoneses y leonesas!

martes, enero 13, 2009

Publicidad.


No se si lo habéis visto, pero he añadido una nueva función en la columna de la derecha, por la cual podéis convertiros (de manera oficial o anónima) en seguidores de este blog, y recibir en el vuestro (si lo tenéis) actualizaciones del mismo cuando las realice. Bueno, es algo más simbólico que otra cosa, al igual que el contador de visitas. No voy a decir a nadie que se haga seguidor si ya lo es de facto, aunque el primero en la lista, como no podía ser menos, sea yo. ¡Ja, ja! No es cuestión de ego, sino la pura realidad, yo tengo que seguir este blog aunque solo sea para insuflarle vida, el (cuasi) último superviviente de la grandiosa era de los Cuatro Blogs.

Lo cierto es que no tengo el menor interés de que este sea un blog público. Lo escribo, ya no solo para mí (como suele suceder en los diarios y variantes), sino para amigos, familiares y compañeros. Tampoco para la crítica, ni con la futura intención de publicarlo, aunque sea una selección. Hay gente que se vanagloria del número de visitas de su blog, incluso que gana dinero merced a ello. Supongo que serán una especie similar a aquellos que quieren tener cuantos más amigos mejor en Facebook y Tuenti, aunque siendo honestos ellos mismos saben que amigos no son ni el diez por ciento. Si quisiera ganar más visitas, lo tendría fácil. Solo tengo que tomar como ejemplo el blog más visto (que yo no he visitado nunca), el de ese tal Pérez-Hilton, una locaza de grotesca figura que debe desperdigar cotilleos y mala baba sobre famosos y famosillos. O podría hacer publicidad masiva y engañosa: imaginad, empapelo León con octavillas que pongan algo así como: Si quieres sexo, visita este blog. Que luego sea mentira poco importa...

No. Y no necesito comentarios, pero si los tengo prefiero que sean de gente a la que aprecio antes que de notas que quieran tocar las narices. Para mí esto no es un blog, es un hijo que crece junto a mí. Y no quiero que frecuente malas compañías. Así que tomad este breve espacio publicitario más como disertación antes que creer que os conmino a formalizar vuestra adhesión al blog. No pretendo con él bañarme en billetes, como sucede en la segunda foto, compañera de la anterior, que he colgado...

lunes, enero 12, 2009

Globos.


Con algún daño colateral, pero inofensivo, para mis clases de hoy, anoche estuve viendo la gala de los Globos de Oro. Bueno, viendo a retazos, como siempre. Aclaremos: entre otras peculiaridades respecto a los Oscar, estos premios se entregan también a series de televisión, que no suelo ver aún siendo consciente de que muchas veces superan en calidad a los filmes. La gala también es pelín más corta que la de los Oscar. Este año poco me importa, porque tengo la grandiosa suerte de que el lunes 23 de febrero no tendré clase. Así que me los trago enteritos y sin pesar de conciencia...

La primera en la frente, Kate Winslet le birló a Penélope su galardón, merced a su abusivo doblete. Tampoco tuvo suerte Bardem; se lo quitó Colin Farrell por una película que aquí se estrenó en verano, sin pena ni gloria: Encerrados en Brujas. Lo curioso es que el filme en sí, Vicky Cristina Barcelona, sí que ganó. Fue genial ver a la productora hablando de sus recuerdos de Barcelona, Oviedo y Avilés.

Fueron unos premios repartidos, si hubo ganadora esa debió ser Slumdog millonaire, no se cómo la traducirán si lo hacen; cuenta la peculiar historia de un joven indio que participa en ¿Quieres ser millonario? Tiene buena pinta. Del resto, dos variadas resurrecciones. Una cantada, la de Heath Ledger, en espíritu; la otra, en carne (hinchada) y hueso, para Mickey Rourke. No, no ganó Sean Penn sino el antaño modelo de sex-symbol heterosexual, ahora ya habría que echarle mucha imaginación. Del homenaje a Spielberg no añado más salvo que es y siempre ha sido uno de mis referentes, sobre todo en la infancia. Mucho nos hizo soñar ese señor...

Y aún seguimos soñando, quizá no con el sueño americano, que como decía Paconcio cuesta lo suyo, pero tal vez sí con esos Sueños de cine, que es como titulé un guión de largometraje que escribí con el trasfondo de la escuela de Ponferrada. Título irónico, desde luego...

domingo, enero 11, 2009

American Dream.


Esta graciosa foto, al menos a mí me lo parece, la sacó mi hermano Paco en un hotel de Madrid el pasado septiembre, el fajo de dólares con el que estoy cubierto lo había traído él mismo. Creo que viene a cuento para este mes, con las rebajas, la cuesta de enero, el récord de parados y todas esas funestas noticias relacionadas con lo económico. Lo cierto es que da una imagen de mí como bastante más derrochador de lo que soy, aunque no me importaría volver a San Francisco, que es donde se encuentra ahora Paconcio, con semejante cantidad de billetitos verdes.
En fin. Este es un país de charanga y pandereta, del Vuelva usted mañana, y por tanto no tengo noticias de ninguna de las dos vías alternativas de sacar dinero que emprendí a principios de curso. En el concurso Password, que ahora se halla de vacaciones, aún hay esperanza; pero lo que me revienta hasta el límite es lo del premio de novela de la Universidad. ¿De la Universidad? ¿He dicho Universidad de León, esa ciudad que pretende ser Ciudad Mundial de las Letras por la UNESCO? Cualquiera lo diría... Va su Universidad, monta un certamen de novela sin ni siquiera tener la formalidad de señalar la fecha del fallo, y ahora llevo más de tres meses sin tener noticia alguna acerca del mismo. ¡Y eso que era novela corta! Así no se gana prestigio, señores... Pero ya me informaré, si es que el premio no se ha fallado ya sin que me de ni cuenta.
Alcanzar el American Dream es complejo, pero no veáis si el Cazurro Dream también tiene lo suyo...

viernes, enero 09, 2009

Yo estuve en la plaza de Harvey Milk.





Hoy se estrena Mi nombre es Harvey Milk, penosa (como de costumbre) traducción del original Milk. ¿Os imagináis que el resto de películas biográficas siguiera esa pauta, en plan Mi nombre es Mahatma Gandhi o Mi nombre es Alejandro Magno? (Podría haber sido peor; la podrían haber traducido por Leche) La diferencia, claro, es que Harvey Milk es poco o nada conocido en este país. Salvo en círculos especializados, porque fue el primer político gay (declarado, porque en el armario no cabrían todos...) que fue elegido para un cargo de relevancia, concejal del ayuntamiento de mi añorada San Francisco. Como suele suceder con los héroes homosexuales, por desgracia, tuvo un mal final. No hace falta que veáis la película para saberlo, cosa que por otro lado os recomiendo; basta con que leáis cualquier reseña en prensa o televisión.




Milk vivía en el barrio de Castro (le apodaron El alcalde de Castro) Ni siquiera en Chueca podréis ver un pedazo de bandera del arco iris como la que yo vi allí. No solo eso, la enseña también adornaba farolas, incluso papeleras.



En dicho barrio está la plaza de Harvey Milk, en la cual se halla la placa conmemorativa cuya foto colgué al principio. Lo cierto es que tengo muchas ganas de ver ese filme que, en cuanto a temática LGTB, puede ser el más importante desde el de los vaqueros de Ang Lee. Quizá espere a Madrid para degustar la interpretación de Sean Penn en VO. Lo cierto es que ambas películas tienen cosas en común. Este domingo, de madrugada, es la gala de los Globos de Oro, y Penn podría llevarse un premio similar al que Seymour Hoffman se llevó hace un par de años por Truman Capote (que no Mi nombre es Truman Capote) Es el favorito, sin duda. Respecto a los Oscar, habrá que esperar que la legendaria homofobia de la Academia no lo arruine, como el atraco a mano armada que llevó a cabo Crash, ante la histriónica perplejidad del propio Jack Nicholson.

El legado de Milk está más de actualidad que nunca. A poco de estrenarse el filme, en California se prohibió el matrimonio gay, mediante una proposición que habían ganado a golpe de talonario los mormones y otras alimañas. Ahora miles de parejas se hallan en un limbo legal, a la espera de que se solucione el dislate. Esperemos que así sea, y que la visión de esta película ilumine a todos aquellos que desde su humilde posición continúan el legado del político para lograr que cualquier persona pueda querer a quien le de la maldita gana.

miércoles, enero 07, 2009

Llega la calma.


Y llegan también las rebajas, por lo menos el año ha empezado con rebajas en este blog... Poco pude escribir durante los seis primeros y frenéticos días, pero ahora vuelta a la rutina y a la difícil tarea de organizarse para la relativa cuesta de enero (ni tan relativa, ya que tengo dos semanas de clase y luego otra vez unas pequeñas vacaciones que no pasaré en León)

Ah, la vida del estudiante, dirá alguno con una sonrisa condescendiente, y un tanto envidiosa, en el rostro. Cierto. Tiene sus ventajas pero también inconvenientes, estos últimos menos mentados. Sea como fuere, el año pasado he cumplido a ese respecto. Y los Reyes Magos cumplieron también, al margen de lo monetario: me obsequiaron con sendos libros sobre figuras referenciales para mí: Warhol y Hitchcock. El primero es POPism, inédito en España hasta ahora, unos diarios sobre la década de los sesenta con la Factory y todas esas movidas, redactado por la inseparable secretaria del artista, Pat Hackett. El segundo es de Donald Spoto, autor de esa voluminosa biografía del genio que ya he leído tres veces. Se llama Las damas de Hitchcock, quienes tuvieron gran importancia en su vida y obra, repletas ambas de represiones y pulsiones sexuales ocultas. Al margen de lo intelectual, también tuve un par de caprichos para el cuerpo, una pulsera y una colonia.

Yo, que nunca he pecado de consumista ni siquiera en Madrid, me daré un garbeo esta tarde por mis comercios favoritos, entre los cuales no creo que llegue a mi antiguo centro de trabajo. Como en los estudios, en las compras también debe de haber una estrategia, una organización para no hundirnos en el caos (o, lo que es peor, en el capricho) A decir verdad, en lo que más me gusta ser manirroto es en viajar y tener cónclaves con esos amigos a los que no veo todo lo que desearía... El mes que viene tendrá, ojalá, bastante de eso.

La primera foto del año procede de una noche mítica, la Nochebuena. Y no perdió su aura mágica por el hecho de estar enfermo, como podéis comprobar por mi estado. Pese a ello, tenía muchas ganas de fiesta y acabé cantando viejos temas de los Abrasadores. Esta foto refleja cómo me han dejado unas Navidades que, por otro lado, han merecido la pena, ya lo creo. Ni las bacterias ni las resacas han podido tumbármelas.